Prócoro Hernández Oropeza
Desde mi ventana veo las casas blancas
Quisiera ser esa gaviota que vuela con garbo
Se lanza en picada al mar sin miedo, sin juicios
Y el mar la recibe con sus regalos
Volar, volar por los cuatro vientos
Cruzar los horizontes del infinito para llegar
A tus brazos en el siguiente verano
No sin antes recoger un pedazo de luna
El arco iris que nos saludó una mañana en el océano
Sí, algún día seré un águila que vuela sin descanso
Desde la montaña más alta, hasta la vela de tu barco.
Mi boca tu boca deshila palabras
Con ellas se abren las puertas del edén
O cierran el jardín de tu alma
Palabras de oro y plata
Sonidos que provocan la guerra o aprisionan
de acero o livianas como pluma.
Mi boca tu boca es una cueva de luz y de sombras
Su aliento acaricia con fuego
O derrite corazones de acero
Mi boca tu boca exhala esperanza
Con voces y cantos de luz
De ella brotan manantiales de mariposas
Mariposas que vuelan hacia la gloria
Mi boca tu boca, un eco de esperanzas
Alabanzas que van hacia el norte y esculpen soles
Cuando mis ojos te ven al filo de la aurora.